CONFIRMACIÓN
En
este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este
sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un
arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la
Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. La
confirmación es la fuerza del espíritu, la plenitud de la gracia bautismal, el
sello y marca de identidad cristiana. La
confirmación es la fuerza del espíritu, la plenitud de la gracia bautismal, el
sello y marca de identidad cristiana.
En la celebración litúrgica de este
sacramento concurren tres elementos que
deben ser señalados:
ü La renovación de las promesas del
Bautismo, por la que el confirmando hace expresión y compromiso explícito de
vivir a la manera de Cristo.
ü La imposición de manos que el
obispo hace sobre los confirmandos.
ü El momento culminante de la
Confirmación por el que el Obispo impone su mano sobre la cabeza del
confirmando y le unge la frente con el santo Crisma mientras pronuncia estas
palabras: "recibe por esta
señal el don del Espíritu Santo"
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